Hola queridos lectores ^-^ He tenido que subir hoy mismo el capítulo porque he estado varios días depre por la pérdida de un amigo que para mí era como un hermano. Quería subirlo el Jueves, pero se me hizo imposible. Muchas gracias por la espera, espero que os guste mi capítulo (:
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Lucie se había encerrado en la habitación sin
rechistar, pero se encontraba muy enfadada. Estuvo en la puerta varios minutos
con los brazos cruzados y con una rabia en su interior. Cuando se le fue pasando
el enfado poco a poco, observó su ventana, y en su exterior, la luna se
escondía detrás de las montañas para dejar paso a la brillante esfera amarilla
que iluminaba los mechones pelirrojos de la joven vampira.
-El amanecer… -suspiró mientras avanzaba hacia su
ventana ignorando las quemaduras que el sol le provocaba.
Los rayos de sol llegaban hasta la pálida piel de
Lucie, y como un rayo láser, le quemaba haciéndole heridas que luego ellas
mismas se cerrarían poco a poco. Volvió a suspirar y se alejó de la ventana,
tapándola con una cálida cortina.
Avanzó hasta su escritorio, y vio una hoja de papel
en blanco que deseaba ser escrita. Lucie se sentó en su silla, y agarró un
lápiz. Dibujó varios garabatos antes de acabar aburriéndose. Se levantó y se
tumbó en su querida cama que le proporcionaba protección con sus mantas.
Mientras se encontraba tumbada bocabajo agarrando su
almohada para contarle todas sus penas, una vocecita le susurró al oído su
nombre. Lucie se sobresaltó y observó a su acompañante.
-¿Qué haces aquí, Mike? –preguntó sorprendida.
-He venido a ver cómo estabas.- respondió con
ternura.- ¿Está usted bien?
-Sí, en perfecto estado. ¿Cómo has conseguido llegar
hasta aquí?- exigió saber.
-Por la ventana.- respondió divertido.- ¿Qué
pasa?-preguntó esbozando una sonrisa en su rostro.
-Que no deberías estar aquí, Mike.- suspiró
levantándose para conducirle hasta la ventana.-Lo siento, de veras.
-No pasa nada, te veré mañana. Pero no veo porqué no
pueda estar aquí… -suspiró.
-Jasper no quiere intrusos que no sean de nuestra
especie, y Michael le cuenta todo sobre mí. No puedo permitirme el lujo de
tenerte aquí conmigo todos los días. Podría matarme.- susurró mientras le
acercaba a la ventana.
Mike le miró a los ojos mientras ponía un pie al
borde del precipicio, había algo en ellos que lo tenían petrificado. Se
observaron varios minutos, y los dos sonrojaron. Mientras se encontraban los
dos en ese ambiente alguien los observaba desde la cerradura del pomo de la
puerta.
-Traidora…- gruñó Michael que desapareció entre la
negrura en busca de Jasper.
Lucie le miró a los ojos, mientras su corazón latía
al cien por cien. Por un momento creyó que el corazón se le salía del pecho y
soltó una sonrisa leve.
-Mike…
-susurró- ¿Cuándo volveré a verte?
-Cuando quieras, Lucie.
-¿Puedes venir esta noche al bosque?
-Claro.- sonrió- Te espero esta noche en el bosque a
las doce.
-Vale- sonrió sonrojada mordiéndose el labio
inferior. Mantuvo la calma y dijo riendo- Ahora vete.
Mike saltó al abismo cayendo de pie en el césped.
Esbozó una sonrisa y avanzó con paso firme hacia las afueras de la mansión.
Ninguno de los dos se dio cuenta de que una sombra
los había estado vigilando desde la ventana.